
Ayer vi por primera vez Riot in Cell Block 11 de Don Siegel, y al terminar la película me entero que hay un motín en la cárcel de Devoto. El golpe de realidad es tan tremendo como la coincidencia. La película de Siegel está filmada en la prisión de Folsom y genera una sensación de realidad que hace a uno olvidar que es de bajo presupuesto. Las secuencias de caos en el patio, la llegada de los camiones policiales, o incluso los métodos de represión coordinados para separar a la muchedumbre en grupos son espectaculares por su claridad.