miércoles, 19 de septiembre de 2018

The Predator

predator

Para A Sala Llena

Depredador (John McTiernan, 1987) es, hace ya rato, un clásico. El tipo de película que pasó de ser concebida como una máquina industrial de acción y pochoclo a convertirse en un film admirado por la crítica. McTiernan es entonces lo que actualmente conocemos como un autor, y la primera Depredador, con ese histórico duelo inciático entre la criatura y Arnold Schwarzenegger, es una expresión de poesía pura en el territorio del cine de acción. De este culto puede surgir también un lado oscuro, como puede pasar con cualquier elemento de la cultura que comienza a ser elevado. Su temprana secuela (1990) continuó el desprejuiciado camino de cine de género entendido como “menor”, pero en la actualidad todo clásico revisitado está sometido al peligro de la solemnidad.