martes, 31 de octubre de 2017
Máxima seguridad, mínima libertad
Sobre Brawl in Cell Block 99 (S. Craig Zahler, 2017)
La segunda película de S. Craig Zahler, al igual que la primera, empieza en un territorio en el que más o menos podemos sentirnos seguros. Bone Tomahawk (2015) se presentaba como un oscuro western, aunque western al fin, en el que la figura de Kurt Russell apelaba (quizás adelantándose a Tarantino) al sueño de todo carpenteriano: tenerlo de sheriff.
jueves, 26 de octubre de 2017
Más allá de la explotación
Sobre The Love Witch (Anna Biller, 2016)
Este es uno de esos casos inesperados donde la película me da vuelta todas las expectativas. The Love Witch se presenta como un ejercicio de nostalgia retro donde todas sus imágenes nos remiten a cierto cine erótico de explotación de los 60's y los 70's.
jueves, 19 de octubre de 2017
La más bella de todas
y lo que pasó por el cine
y conservó
su marca
ya no puede entrar
en otra parte
Jean-Luc Godard
y conservó
su marca
ya no puede entrar
en otra parte
Jean-Luc Godard
El cine es la única de las artes que fue capaz de recordar, comprender y aprehender a todas las demás. Todo lo que pasa por el cine se transforma y pasa a ser otra cosa, y todo arte contemplado por el cine tiene la chance de mostrar su dimensión más perfecta. Podemos pensarlo en algunos casos.
lunes, 16 de octubre de 2017
Explotación de fin de semana #1: Shockumentary, Cárcel y Exorcismo
Sobre The Killing of America (Sheldon Renan, Leonard Schrader, 1981), Beyond the Door (Ovidio G. Assonitis, Robert Barrett, 1974) y Jackson County Jail (Michael Miller, 1976)
Con el envión que me da el recuerdo de Lo strano vizio della signora Wardh en el post anterior me puse a mirar algunas películas. Primero vi lo que sería un shockumentary, de 1981, The Killing of America (Sheldon Renan, Leonard Schrader). Funciona un poco a la manera de Faces of Death (John Alan Schwartz, 1978), el clásico compilado de morbo en material de archivo que tiene varias entregas, pero este parece buscar algo de seriedad. Su punto de partida es la preocupante escalada de violencia y asesinatos en Estados Unidos que se fue multiplicando desde el asesinato de Kennedy en 1963.
miércoles, 11 de octubre de 2017
Desearás los abdominales del hombre de tu hermana
Sobre Desearás al hombre de tu hermana (Diego Kaplan, 2017)
Vi la de Pampita, chorrea grasa. Eso en un principio no es ningún obstáculo porque con la grasa se puede trabajar bien, pero la película me termina molestando. Me molestan las buenas ideas que se desperdician y se pierden en un mar de gestos cancheros. Los primeros 15 minutos de esta construyen un universo que a pesar de su artificialidad es perfectamente creíble.
martes, 10 de octubre de 2017
Hermosa basura blanca
Sobre Logan Lucky (Steven Soderbergh, 2017)
Estoy absolutamente sorprendido. La nueva de Soderbergh es una de las mejores películas del año. Normalmente no me sucede así. Le tengo algo de estima a varias de las suyas y Contagio me había parecido bien, pero ese "bien" que se dice cuando el entusiasmo surge de la aceptación de la coherencia. Con Logan Lucky el entusiasmo es otro.
martes, 3 de octubre de 2017
Caldo de cultivo
Sobre Zama (Lucrecia Martel, 2017)
La esperada nueva película de Lucrecia Martel reincide en ese afán de diseñar y construir experiencias sensoriales. En este caso, al ubicarnos en el siglo XVIII, se produce además un extrañamiento epocal que agudiza cada sentido. Es notorio que el recurso por excelencia de Martel sea siempre el de determinar un lugar fijo en el encuadre, donde los límites están siempre pronunciados por el recorte que hace de los elementos que habitan el cuadro (haciendo al recorte una cosa declarada), y donde se empiezan entonces a colar otros a modo coreográfico.
lunes, 2 de octubre de 2017
La puta madre
Sobre Alanis (Anahí Berneri, 2017)
Ya de entrada, en nuestro contexto de puritanismo mamario, el póster de la película anuncia una pretensión de polémica, así como también los comentarios públicos de Sofía Gala, pero para esto no nos interesan. Alanis se mete con la prostitución como tema afortunadamente sin caer en los dos posibles lugares comunes, que son el de la vulnerabilidad de la puta pobre y el liberal de la puta libre (y que cuando se mezclan dan como resultados algunas confusiones de clase). En cambio, pareciera elegir dedicarse a incorporar el trabajo de la prostituta en su plano más concreto: el del ejercicio de un trabajo, con todo lo que así aparece alrededor.
domingo, 1 de octubre de 2017
Una muestra vulgar de poder
Sobre La cordillera (Santiago Mitre, 2017)
A esta altura del partido Darín es el actor perfecto para interpretar a un presidente argentino. Por eso La cordillera tiene una premisa excelente (como también lo es su primer teaser que todos vimos en los cines). Una cumbre presidencial en la Cordillera de los Andes, el apellido Blanco, su figura vacía. Es un hombre como uno, dicen, y todos comprendemos que el Presidente Blanco es más Darín como estrella indiscutible del cine argentino que los dos o tres chistes que lo vinculan a Macri. Pero en sí, es una figura en la que podríamos adentrarnos. Todo esto es ingenioso, hasta inteligente por momentos, pero nada de eso logra tener sentido cuando la película es aún más vacía que su personaje.
La política literal que se ve marcada a gritos está vaciada de política real. En una película anterior de Mitre, El estudiante (2011) ya podíamos ver el antecedente de este resultado, al tratarse de una historia plagada de política (y rosca, más que nada) que parece tener una naturaleza anti-política. Parece una contradicción, pero cuando todos los personajes carecen de un fundamento que los origine y le de sentido a su vocación (lo que los mueve), se convierten rápidamente en parte de la suciedad de la rosca que la película parece denunciar. Así también sucede en La cordillera, donde además se la intenta hacer entrar en una tradición del género fantástico que, de funcionar, requeriría de una fe que Mitre no parece tener, o teme tener. Con esto me refiero a las múltiples y cantadas citas a El exorcista. Si algo sucedía con Reagan, esto no podía ser un mero paralelo a la acción, porque en el centro de todo estaba en cuestión la fe del padre Karras. Los episodios extraños que se ven como marcas en el personaje de Dolores Fonzi parecen una especie de ilustración de algo que no es más que la simple metáfora de la venta del alma al Diablo, encarnado por Christian Slater en representación de los norteamericanos. En el momento en el que le preguntan "¿ya le vendiste tu alma al Diablo?", la literalidad de la alegoría domina todo, y los posibles elementos fantásticos se vuelven accesorios, una serie de paralelos declarados entre las reuniones de Blanco con "los malos" y las aparentes coincidencias misteriosas que generan dudas sobre la realidad. Lo que Mitre toma del Exorcista son algunos tamaños de plano, algunas cicatrices en la cara de Dolores Fonzi, y los momentos en el hospital. Un guiño será, y dichoso será el que lo encuentre.
Los países que integran la cumbre tienen como objetivo hacer un acuerdo petrolero que puede llegar a consolidar a Brasil como centro de la región (con un presidente que es la caricatura de populista que cualquiera de nuestros diarios masivos daría), o puede subordinar a toda la región a Estados Unidos. Lo segundo parece peor, o al menos más remarcadamente maligno, pero como hacia lo primero no hay más que desdén y ninguneo -ni siquiera reclamos, más que la propia parodia-, se empieza a notar la cobardía de la película para meterse en el terreno del poder. Se elige entonces lo más fácil. A su vez, la película del presidente que construye la imagen del "hombre común" no muestra a ningún hombre común en todo su metraje. No está obligada, pero el fuera de campo es inevitable, se la pasan hablando de este supuesto hombre común. ¿Qué es entonces un hombre común? Será quizás la gente que los vota, pero en esa dualidad Darín/Personaje, y en esta película del Presidente Darín, serán los que compran las entradas del cine. A Blanco seguro no le interesan, a ninguno de los otros presidentes les interesan, pero para Mitre directamente no existen. Aunque estemos ahí, mirando, sintiendo el frío de la película, que sin dudas no es por la nieve.
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