domingo, 26 de enero de 2020

Short Stay

shortstay

(Ted Fendt, 2016)

Creo que cuando los directores dejan el plano andando algunos segundos más, luego de que los personajes salgan de cuadro, se trata del equivalente fílmico a cuando uno dice "Ah", como cuando uno entiende algo que le dijeron. Es una instancia inconexa, una breve pero presente suspensión de tiempo que nos da lugar a afirmar la visto, para decirle "sí".

Y creo que cuando la puesta en escena evita ostensiblemente la fragmentación (sobre todo el plano y contra plano), se trata del intento de fijar en la película la apariencia fenomenológica de los que hablan. Como cuando la camara enfoca a la chica en la fiesta mientras charla con el protagonista (desencuadrandolo a él). La puesta se corre de la conexión narrativa e inspecciona al sujeto registrado, a ver cómo se ve. La cámara se separa, mira por sí sola. La conversación es secundaria.

Frente a lo secundario y sus apariencias, esta película dice sí, pero con un desinteresado y atractivo "Ah".

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